En el anterior relato conte como despues de una fiesta de la empresa termine durmiendo en casa de mi jefa, la hija del director, que resulto tener una magnifica sorpresa entre las piernas.
Cuando por la mañana abri los ojos pude ver que la luz del sol entraba por las rendijas de la ventana. Mire al reloj que Pepa tenia en su dormitorio y vi que eran las 9 y media de la mañana. Como era sabado y Pepa aun parecia seguir dormida decidi vover a dormirme un rato hasta mas tarde pero antes eche una mirada al lado y vi su cuerpo. Nos habiamos quedado dormidos sobre la cama asi que pude contemplar su cuerpo completamente desnudo a mi lado y comprobar que lo vivido no habia sido un sueño. La expresion de su rostro era de tranquilidad y satisfaccion ya que esbozaba una timida sonrisa. Sus firmes pechos apenas colgaban dejando una apariencia extraordinaria aun tumbada. Mas abajo, su delicioso pene yacia flacido como esperando mis caricias.
Pero Pepa estaba dormida y no era cuestion de despertarla, asi que reprimiendo mis ganas de saborear de nuevo a esa hembra con regalo me volvi hacia el lado intentando dormirme de nuevo.
Por mi mente en ese momento pasaban las imagenes de la noche anterior y de como siendo heterosexual 100% habia pasado a disfrutar con una polla en el culo. Algo en mi decia que debia sentir remordimientos pero desde luego, en ese momento estaba completamente feliz con lo que paso la noche anterior. Al final, con el suave ruido de la respiracion de Pepa me fui quedando dormido de nuevo.
Algo mas tarde desperte con una extraña sensacion pues notaba que algo queria invadir mi culo. Trate de voltearme para ver que pasaba y ahi estaba Pepa, tras de mi, con su polla completamente tiesa apuntandome al ano. Yo, sin decir palabra, flexione mis piernas permitiendola un mejor acceso y rapidamente note su pene presionando en la entrada de mi ano. A esa hora no tenia dilatacion ninguna asi que mi ano se oponia a ser invadido. Ella muy tranquilamente me sujeto fuertemente por la cintura y me susurro:
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